Democracia y derechos humanos
*A diferencia de lo ocurrido en otras partes del continente, donde
la población sufrió los abusos de un excesivo poder coercitivo del
Estado, los derechos de los colombianos se ven amenazados
fundamentalmente por la incapacidad histórica de la democracia
colombiana de afirmar la autoridad de sus instituciones sobre la
totalidad del territorio y de proteger a los ciudadanos, de manera
permanente y confiable, de la amenaza y la arbitrariedad de las
organizaciones armadas ilegales. En la última década, la Constitución
Política de 1991 logró una profundización y extensión del alcance
de la democracia, pero a la vez se erosionó de manera acelerada
la autoridad de las instituciones, por causa del impacto de las
organizaciones armadas ilegales. De la mano del narcotráfico, estas
organizaciones destruyen el orden legal, abriendo espacios de
impunidad no sólo a sus actividades delictivas, sino a todo tipo de
criminalidad. Sus esfuerzos por hacer replegar o sustituir las
instituciones donde su autoridad es débil no sólo minan la
gobernabilidad democrática, sino que someten a la población a
un régimen de intimidación, violencia y terror.
* El fortalecimiento de la autoridad democrática es, por esta razón,
la condición necesaria para garantizar el respeto a los derechos
humanos. Con frecuencia se olvida que los derechos humanos,
más que máximas de comportamiento, son fundamento y razón
de ser del ordenamiento constitucional. Su vigencia requiere ante
todo de la plena soberanía democrática y de la capacidad del
Estado de hacer prevalecer el orden jurídico en todo el territorio.
* El pleno respeto a los derechos humanos, a la vez condición
fundamental y objetivo de la democracia, sólo se logra cuando la
democracia es fuerte y llena la brecha entre la norma y la realidad:
cuando las leyes y las instituciones del Estado son efectivas, el
debate político está libre de amenazas y los ciudadanos asumen
un papel activo, participando en los asuntos de la comunidad,
fiscalizando sus instituciones y dando muestras de solidaridad.
* El fortalecimiento del Estado de Derecho requiere no sólo unas
instituciones efectivas, una activa participación ciudadana y un
orden jurídico fuerte que respalde el ejercicio de los derechos y
libertades. Supone, igualmente, que todas las acciones del Estado
estarán sujetas a ese orden. La seguridad de los colombianos se
restablecerá de acuerdo con la ley y dentro del marco democrático,
que a su vez se fortalecerá en la medida en que haya mayor
seguridad. Esta es la garantía de que prevalecerá el ordenamiento
constitucional y el respeto a los derechos humanos sobre la
arbitrariedad y los abusos de las organizaciones armadas ilegales.
Sin un absoluto respeto a los derechos humanos, nunca habrá
reconciliación (24).
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